Es lo que me llevaría a la isla de Robinson si pudiese llevar sólo una cosa. La persona que no necesita detalles para entenderlo todo. La que me lee en lineas generales, y al fin de cuentas me conoce más que mi madre. El pie perfecto, el dedo gordo polémico, la oreja mal trecha, la pelota brillantina. Mi preferida, la malcriada, caprichosa e insolente. El sol de mi vida. Hermana de algo mucho más fuerte que la sangre. Sol gorda bella, biutibol, dogor y bola de fraile. Pedazo grasuliento de belleza inconfundible.
Cada cual tendrá lo suyo, pero ella, ella es la mejor.
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