Se pueden escribir libros, filmar pelìculas y hablar horas de vivir sola. Vivir sola es agarrar el trapo con toda la mano. Vivir sola es cocinar brochettes de pollo cubierto con semillitas de sèsamo para disfrutar con la Coca y Sandro. A la luz de las velas de navidad que me acompañaràn desde Julio, porque por razones obvias no tengo que darle ningùn tipo de explicaciòn a Papà Noel.
Siempre me gustò el fin de fiesta donde un grupo selecto de personas de la reuniòn en cuestiòn, se quedan hablando los mejores temas en la cocina. EN mi casa siempre fue de esa manera. Cuando los hombres piensan que lo que estàn haciendo es el mejor plan, no saben que a solo unos pasos de la tv, hay un grupo selecto de mujeres fumando un cigarro digestivo, hablando de sexo y amantes.
Que dìa feliz hoy. Esto tiene alguna relaciòn con haber cocinado desde las 5 de la tarde? Y si cocinar es tan terapèutico como pintar? En ese caso...dejarè la decoraciòn hogareña para dedicarme a hacer una gran cena por semana.
Ya estoy pensando mis pròximos invitados.
Olor a flores, luces de colores y un pijama de osos. Què más se le puede pedir a la vida? Si hay más que esto que me lo vayan dando en cuotas.
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